lunes, 27 de septiembre de 2010

Qué país!!!!(Parte 2).


Las historias que tenemos los cubanos para contar son casi interminables pues sobre un mismo tema hay variaciones. Con mi afán de contar las más cercanas que he vivido y conociendo que es un problema añadido a muchos quiero hablar hoy sobre el “Inventario”. La Real Academia de la lengua española recoge como significado de esta palabra: el registro documental de los bienes y demás cosas pertenecientes a una persona o comunidad, hecho con orden y precisión, hasta aquí todos estamos de acuerdo, pero, y siempre hay uno, si se trata en Cuba entonces puede tener otra acepción que sería el robo de los bienes pertenecientes a una persona o familia en el caso de que hayan decidido irse del país en busca de nuevos derroteros.
Para aclarar un poco en Cuba nadie es propietario de sus bienes materiales aunque los hayas comprado con el mísero salario que te paga el régimen o incluso sean heredados de abuelos tíos u otro familiar. Son bienes pertenecientes a la dictadura que te los da en usufructo.
Si sales del país con “salida definitiva” se presentan en tu casa los funcionarios de inmigración y extranjería sin previo aviso y comienzan a contabilizar los artículos existentes y lo digo de manera literal desde el más mínimo clavo de la pared hasta los vasos de beber agua ,claro el ingenio del cubano para sobrevivir en situaciones hostiles ha obligado a sacar de noche e incluso de madrugada los artículos de mayor valor de las viviendas para evitar que se los apropie cualquier dirigente del estado o sencillamente para que el CDR no se vaya de la lengua.
Una vez terminado el inventario te dan sólo unos días para que vivas en tu supuesta casa y aproximadamente una semana antes de salir te tienes que ir, a vivir bajo un puente o donde sea porque la casa la precintan, a modo de filme policíaco donde se ha producido el peor de los crímenes y si por alguna razón falta un vaso o un tenedor, o no das fe de que no posees tierra, no debes el agua, la corriente, el teléfono, entre otros documentos que tienes que presentar a la oficina de inmigración para que te den “la carta de libertad” .
Cuando ya las personas han salido viene la entrega de las llaves de la vivienda a una persona no importa que sea el trabajador más destacado de su empresa por cumplir sus metas, afectados por los devastadores huracanes, muy habituales en el Caribe que han destrozado su vivienda, generalmente se las dan al hijo, sobrino o pariente de un dirigente o a alguien de la policía o las FAR.
Es doloroso también si algunos de los habitantes de una casa sale y no regresa al país se le inventaría todo lo que tiene en su habitación, aunque él no lo haya comprado y si la familia decide quedarse sus cosas tiene que volver a pagarlas. Esto es extensible a un matrimonio que ha adquirido una propiedad, dígase casa, coche o lo que sea, da igual que el artículo o inmueble si está pagado, el cónyuge que viva en Cuba tiene que volver a abonar la cantidad correspondiente al que no vive en el país para poder seguir habitando el mismo techo.
Definitivamente la realidad generalmente supera a la ficción así que cuando somos propietarios reales de algo nos cuesta entenderlo. Tengo fe que alguna vez los cubanos seamos propietarios de nuestra propia vida y nuestra libertad.

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