En mi diálogo con personas que han salido de Cuba hace muchos años o incluso con quienes sin ser nacionales tienen ese cariño por mi tierra me doy cuenta que muchos no conocen en detalle la realidad cubana y muchas de las restricciones que el régimen de los Castro nos ha impuesto durante casi 52 años. Comienzo por referirme a la conocidísima “Carta Blanca” que si vamos a su sentido literal sería "hoja en blanco", o "cheque en blanco", y otro metafórico, que es el de dar libertad total a una persona o grupo de personas para actuar. En el caso cubano es el permiso que te da el régimen a salir de tu país, por lo que tengo entendido sólo existe en mi tierra y en Corea del Norte, algo impensable para cualquier ciudadano del mundo. La dictadura cubana la cobra a un precio desorbitante de 150 c.u.c moneda inventada por la dictadura para devaluar el dólar y el euro y cobrar un impuesto a los que reciben ayuda del exterior y comparto con ustedes que cada c.u.c es equivalente a 25 pesos cubanos, tengamos en cuenta que un salario medio es de 350 pesos- así que las cuentas no dan, en el argot popular llamamos “La carta de libertad” como los esclavos que en la época colonial eran libertos de su cruz por el simple hecho de tener la piel de un color diferente. Lo peor es que luego de pagar el permiso de salida, en el caso de los que pueden regresar pues han optado por la vía de visitar y se quedan fuera por 11 meses( si no retornan en ese tiempo pierden todas sus propiedades y derechos en su propio país), tienen que pagar mensualmente para entrar nuevamente a su tierra y no perder lo que con tanto esfuerzo les pertenece como derecho propio, dígase casa, auto, familia ect, además en la fecha en que decide el régimen como señor feudal. El gobernante Raúl Castro heredero por derecho de sangre a la corona de su hermano Fidel, para que luego digan que no hay monarquía en Cuba, se rumoró hace 4 años la eliminación de la “carta blanca” y de extender el premiso de estancia por 18 meses, enfrascados en robar el dinero de sus ciudadanos, de nuevo hay ciertos comentarios al respecto.
En los últimos meses se ha dado a conocer la manera en que los expresos políticos han sido deportados a España u otro país, se ha mostrado en su pasaporte la frase “Permiso de salida definitivo”, pero no son sólo esos casos quienes pasan por el trago amargo del destierro. Cualquier persona que emigre legalmente hacia Estados Unidos tiene plasmado la misma frase o incluso con la Ley de memoria histórica, o Ley de los abuelos como he escuchado decirla en Cuba las personas que se acogen a esa suerte-para el pueblo cubano es una dicha tener un “gallego en la familia” y ser ciudadano español-si salen del país con un menor de edad, que en Cuba es a los 18 con lo cual muchos padres eligen esta opción para tratar de darle a sus hijos un futuro mejor aunque sea lejos de la tierra que les vio nacer y si son varones sobre todo para evitar que tengan que pasar por el Servicio Miliar Activo que es obligatorio para todos los que aspiran a la universidad, tienen que pasar un año y luego es que pueden seguir estudiando, tienen estampado la misma condición, pueden regresar solamente de vistita por 21 días.
Todo lo expuesto nos invita a reflexionar e incluso nos obliga como ciudadanos comprometidos con su país que hay que cambiar esta cruda realidad ya, la cuerda no puede tensarse más y eso sólo lo tenemos que hacer nosotros mismos los de dentro y los de fuera y para muchos es necesario perder el miedo a las represalias pues hace muchos años nuestro José Martí ya decía esto “. . . Hacer de la política, no el arte de retener el gobierno, ni de dar a las naciones brillo pasajero, sino de estudiar sus necesidades reales, favorecer sus instintos, y tratar del aumento y amparo de sus haberes.”
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